Secar la ropa dentro de casa o lavarse el pelo: consejos para sobrellevar la alergia
- Consultar los niveles de polen puede ayudar al diagnóstico y al tratamiento de la alergia
- Es recomendable ir al médico, no ventilar en horas de máxima polinización y utilizar dispositivos de protección


Las alergias estacionales están disparadas; los niveles de partículas de polen, de gramíneas y olivo en el ambiente son muy elevados. Así lo indica la página www.polenes.com, una web gestionada por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) que permite consultar cuánto polen hay en suspensión en cada comunidad y que puede ser muy útil como herramienta diagnóstica, tanto para el paciente como para el especialista.
La primera medida para sobreponerse a los efectos del polen es disponer de un diagnóstico y seguir el tratamiento pautado por los médicos en cada caso, que habitualmente consiste en antihistamínicos, colirios y broncodilatadores.
Evitar tender en el exterior y ducharse al volver a casa
Pero además de medidas farmacológicas, se pueden adoptar ciertos hábitos que ayuden a mantener a raya la sintomatología.
"Una patología alérgica se inicia porque hay un fallo del sistema inmunológico que reconoce como una cosa extraña algo que es habitual en nuestro medio, por ejemplo, un polen" explica el Dr. Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de SEAIC y añade: "eso provoca que se produzca una inflamación en la vía respiratoria, en el ojo, o donde afecte concretamente la alergia y esto nos genera la sintomatología".
El polen puede producir alergia por contacto o por inhalación. Para evitar que penetre en el organismo es necesario reducir la cantidad de partículas en suspensión que hay en el ambiente al que estamos expuestos o bien poner una barrera. Por ello, uno de los consejos que da Zapata es "no poner la ropa a secar en exteriores, ya que así actuaría como un verdadero captador de polen y lo introduciría posteriormente dentro del domicilio".
Asimismo, es recomendable ducharse y lavarse el pelo después de estar en el exterior. De esta forma, el agua arrastrará el alérgeno, que se deposita sobre la piel, el cabello o las prendas y evitará que sea inhalado más tiempo del necesario.
Otras medidas higiénicas que pueden contribuir a paliar los síntomas son cambiarse de ropa al regresar a casa y lavar con más frecuencia. También pasar una toallita a las mascotas que hayan sido expuestas a partículas polínicas, para que no las dispersen por la casa.
Otra forma de proteger el organismo y en consecuencia de aliviar los síntomas es lavar las fosas nasales con agua de mar.
Actividades al aire libre y ejercicio
Durante las horas en las que la polinización está en su punto álgido es preferible no realizar actividades al aire libre, ni tareas como cortar el césped, si se es alérgico, ya que estaríamos sobrecargando el organismo de polen.
Respecto al ejercicio, que no está indicado en otras patologías alérgicas porque incrementa la respuesta inmunológica, se puede realizar siempre y cuando se esté en zonas de bajo impacto de polinización y esté indicado por el médico. "Si el paciente tiene su tratamiento y ha hecho sus buenos controles, no tiene por qué haber ningún problema en hacer ejercicio dentro de su casa, en un gimnasio o en cualquier otro espacio que no tuviese ese impacto polínico del exterior", ha aclarado el experto.
Sin embargo, practicar ejercicio en zonas ajardinadas o al aire libre, cuando los niveles de polen al que uno tiene sensibilidad son altos, no sería prudente, ya que producirían una exacerbación de la sintomatología.
Alcohol, alimentación y medicación
La alergia polínica no se ve incrementada por la toma de medicaciones, ni tampoco de alimentos o bebidas ricas en histamina, como sí ocurre en las alergias alimentarias. Si bien, el experto apunta que no es recomendable ingerir alcohol junto a la medicación, ya que en el caso de algunos antihistamínicos, podrían causar sedación.
Consultar los niveles de polen
Conocer el grado de polinización consultando fuentes oficiales permite adelantarse a los síntomas y tomar medidas con antelación. Por ejemplo, en www.polenes.com hay un mapa con la medición de partículas de cada tipo de polen. La concentración está representada por colores —verde, amarillo y rojo— que señalan si es baja, media o alta. Estos indicadores no medirán la intensidad de la alergia sufrida, sino que servirán únicamente para identificar en qué punto se desencadenan los síntomas en cada persona.
"Si un paciente expresa síntomas actualmente en la zona roja, nos indicará que su tolerancia es bastante buena y que solamente se activará en los momentos de alta concentración. Pero si lo hace, por ejemplo, en amarillo o en verde, sabremos que la sensibilidad que tiene ese paciente es muy grande y que va a tener una afectación mayor en su salud".
Por lo tanto, la utilización de esta página puede servir como una herramienta diagnóstica más, tanto para los profesionales como para los pacientes. Una muestra de ello sería que al facultativo le permite evaluar la efectividad de las vacunas.
Como ejemplo, un paciente tratado con una vacuna de desensibilización puede ver cómo su sintomatología se activa a día de hoy al llegar los indicadores a nivel rojo, cuando antes ya se encontraba mal al llegar los registros a nivel amarillo. "Esto querría decir que su capacidad de aguantar la cantidad de polen es mucho mayor. Por lo tanto, indicaría que el paciente está mejorando con el tratamiento", ha explicado el experto y ha concluido que es "una guía tanto para ver la evolución del tratamiento como para ver la evolución de los síntomas del paciente en cuanto a su severidad".
Para sacarle el máximo partido como herramienta diagnóstica es preciso llevar un diario que incluya los tipos de polen en el ambiente, sus niveles, el grado de sintomatología y las medidas adoptadas por el paciente. Por ello, es importante que "el paciente apunte los días que tiene de reactividad. De esa manera se registra cuándo se enferma o cuándo toma el tratamiento. De esta forma, los médicos podemos analizar qué características de gravedad o de severidad tiene ese paciente y orientar mejor su tratamiento".
La ventilación, mejor si es breve
El doctor Zapata ha indicado que el polen alcanza los picos máximos en dos momentos del día.
Es aconsejable no abrir las ventanas entre las cinco y las diez de la mañana y por la tarde, desde las siete hasta el anochecer. Zapata ha subrayado la importancia de "reducir la ventilación a 10-15 minutos por la mañana y por la tarde, con objeto de no tener las ventanas abiertas durante todo el día".
Además, puede servir de ayuda utilizar humidificadores dentro del hogar y ventilar si es posible a través de filtros HEPA. "Si se dispone de aire acondicionado, limpiar los filtros cada año", ha recalcado el presidente de aerobiología clínica porque así se garantiza un aire con una concentración menor de alérgenos.
Mascarilla y gafas de sol
También es recomendable utilizar dispositivos de protección, como mascarillas FFP2 que impiden que el polen entre en el organismo por vía respiratoria o las gafas de sol, que actúan como una barrera que reduce la cantidad de polen que llega a nuestros ojos, en zonas ajardinadas o días de alto impacto polínico.
¿Cuándo consultar con el doctor?
El momento de buscar la atención con el médico de atención primaria o con el especialista es cuando el paciente sospecha que puede ser una patología alérgica. Por ejemplo, una pista sería presentar síntomas nasales, oculares o bronquiales, todos los años en primavera.
Para los nuevos pacientes, en ocasiones, es difícil distinguir entre síntomas catarrales y alérgicos. "A veces, la diferencia es que los síntomas nasales oculares o bronquiales por un catarro van acompañados de secreción amarillenta, de tos, de dolor en el cuerpo, de cierta astenia. Sin embargo, los síntomas alérgicos pueden producirse, por ejemplo, por la mañana, al mediodía, estar perfectamente y pronunciarse por la noche o al permanecer en una zona de alto impacto polínico", ha aclarado el doctor.
Cómo distinguir estos síntomas puede resultar complicado. Es el médico de atención primaria quien mejor puede orientar al paciente para discernir el verdadero origen y naturaleza de los síntomas.