MasterChef 13 | Emilio, expulsado a las puertas de la semifinal: "Me voy con el corazón lleno"
- La visita de los familiares nos dejó imágenes muy emocionantes
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La expulsión de Emilio, el delantal dorado, la visita de los familiares, una espectacular prueba por equipos en Alicante y Ana redescubriendo su gen pastelero. El undécimo programa de MasterChef 13 se quedará en la retina de los aspirantes por su emotividad, su dureza y su tristeza al decir adiós a Emilio, uno de los aspirantes más queridos de la casa. El manchego se fue apenado por no alcanzar la semifinal, pero feliz por formar parte de la familia MasterChef: "Me voy con el corazón lleno". Te lo contamos todo.
La noche arrancó con una prueba muy musical con la ayuda de la cantante y presentadora Ruth Lorenzo, aspirante de MasterChef Celebrity 7. Pero lo artístico giró hacia lo emocional cuando los familiares de los aspirantes fueron entrando poco a poco a las cocinas. Ismael recibió la visita de Mónica y Alicia, su mujer y su hija. Tras el GEO fue Bea la que se abalanzó a los brazos de su familiar, en este caso su padre Eusebio. Elena, por su parte, se mostró feliz de reencontrarse con Uriel, su marido, conocido como "El fogoso". Maria Àngels, madre de Ana, fue la siguiente en entrar. Cerraron las visitas Benedicta, madre de Emilio, y Curro, Currito y Gabriela, marido e hijos de Gabriela.
En medio de la emoción, los jueces anunciaron que los aspirantes cocinarían junto a su familiar un plato libre con un premio doble en juego: un horno para seguir cocinando en casa, y el delantal dorado, que aseguraría la continuidad una semana más. El tándem entre Bea y Eusebio brilló, y además de cerrar heridas del pasado, le permitió a la manchega ganar el delantal y convertirse en la primera semifinalista de la edición.
Una prueba por equipos sin capitanes
Después de una prueba llena de lágrimas, la tensión habitual volvió al cuerpo de los aspirantes, que viajaron a Alicante, Capital Gastronómica 2025, para cocinar un menú con el sello del chef Joaquín Baeza (1 estrella Michelin). Bea y Emilio se temían lo peor al ser los dos mejores del reto inicial, pero los jueces anunciaron que en esta ocasión no habría capitanes y que el reparto de órdenes sería la base del cocinado. Bea formó equipo con Gabriela y Elena, mientras que Emilio estuvo acompañado por Ismael y Ana. Este reparto alteró la paz interior de Elena cuando se dio cuenta de que cocinaba acompañada del delantal dorado y el pin de la inmunidad, lo que podría significar su expulsión si el equipo perdía y Gabriela entregaba el pin.
Para felicidad de Elena, el equipo rojo trabajó como si de una persona se tratara, con mucha comunicación y compañerismo entre las tres. Por lo que Elena y Gabriela acompañaron a Bea como segunda y tercera semifinalista. Emilio, Ana e Ismael se jugarían las dos plazas restantes en el reto de expulsión, tras cometer algún que otro fallo grave con el pichón.
Repostería del más alto nivel
Para la prueba de expulsión, Jordi Bordás -primer español en ganar la Copa del Mundo de pastelería- visitó MasterChef por cuarta vez para presentar su tarta de cacao, almendras y frambuesas. El repostero mostró la tarta con su sello, la cual tendrían que replicar los aspirantes en riesgo de expulsión y explicó las elaboraciones: "Es una tarta muy compleja de hacer, que marida cacao, almendra y frambuesa. Tiene un crujiente cacao, un bizcocho de cacao, un cremoso de cacao y almendra, un gelificado de frambuesa, una mousse de almendra, una mousse de cacao, y falso caviar de cacao".
La cara de Emilio era el fiel reflejo de lo asustados que estaban. Pero Ana dio un paso adelante. Esta era la prueba perfecta para demostrar que está preparada para coger las riendas de la pastelería familiar. Y lo hizo. Su réplica de la tarta de Jordi Bordás se llevó todos los elogios. "No me esperaba esto", dijo con tono misterioso Jordi Cruz al cortar el dulce. Pepe desveló el misterio: "Los sabores están clavaditos". Pero nadie mejor que el autor del postre para valorarlo: "Tiene mucho mérito hacer esto. Es muy complicada de hacer incluso para nosotros. Las texturas están superbién".
Con Ana salvada, Emilio e Ismael quedaron en la cuerda floja, siendo el manchego el expulsado antes de las semifinales de MasterChef 13. El de La Nava de Ricomalillo se fue apenado, pero feliz por vivir esta aventura que tanto le ha dado a nivel gastronómico y a nivel personal. Emilio deja huella en cada una de las personas con las que se cruza.
Por todo ello, Bea, Elena, Gabriela, Ana e Ismael lucharán la semana que viene por acceder a la gran final y luchar por conseguir la chaquetilla de duelista. ¿Ya tienes favorito/a?